Los candidatos a la gobernación de Texas, el republicano Gregg Abbott y la demócrata Wendy Davis, se enfrentaron esta noche en el primero de los dos debates programados antes de las elecciones del 4 de noviembre próximo.
El debate, realizado en un estudio de televisión en la comunidad de Edinburg, en el sur de Texas, hizo de la seguridad fronteriza uno de los principales temas.
Tanto Davis -actual procurador estatal- como Abbott dijeron apoyar el despliegue de soldados de la Guardia Nacional de Texas a lo largo de la frontera sur ordenado en julio pasado por el gobernador Rick Perry.
Davis, actual senadora estatal, quien se encuentra detrás en las encuestas electorales, se mantuvo a la ofensiva atacando a Abbott, por defender recortes al presupuesto de educación de la entidad y por su historial de oponerse a los derechos de la mujer en el aborto y otros asuntos.
La legisladora dijo, al ser cuestionada sobre cómo balancear la seguridad fronteriza con el desarrollo de las comunidades ubicadas a lo largo de la frontera, que escucharía a los líderes de dichas comunidades y atendería sus preocupaciones.
Davis reprochó a Abbott el haber comparado a principios de su campaña el Valle del Río Grande en el sur de Texas con un país del Tercer Mundo.
"Las palabras importan", dijo Davis.

"Abrazamos esta zona de nuestro estado como parte de nuestro estado", indicó.
Abbott respondió diciendo que la seguridad de las comunidades promueve el desarrollo económico y ligó el desarrollo de la economía en el sur de Texas con el desarrollo económico de toda la entidad.
El procurador estatal buscó también congratularse con el electorado hispano, un importante bloque de votantes en Texas.
"Mi familia se parece mucho a Texas", dijo Abbott, al destacar que ha estado "casado con una mujer hispana por 33 años", y dijo que su esposa Cecilia sería la primer primera dama hispana en la historia de Texas.
"A pesar de que venimos de diferentes orígenes culturales, nos unimos en principios culturales", dijo Abbott.
En el debate, ambos candidatos permanecieron sentados detrás de mesas con manteles que llegaban al suelo, a fin de igualar así posibles diferencias por las condiciones físicas de Abbott.
El procurador se encuentra paralizado de la cintura para abajo desde hace casi dos décadas a raíz de un accidente y requiere de una silla de ruedas.