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Mamá: ¿las brujas existen?

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Una niña vestida de bruja posa en la inundada plaza de San Marco en Venecia (Italia) con motivo de la celebración de Halloween. EFE/ Andrea Merola
La respuesta a esta pregunta, que cobra actualidad durante Halloween, espolea la curiosidad y el temor de muchos pequeños y llena de incertidumbre a sus padres
jueves, 30 de octubre de 2014
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Las brujas, esas mujeres malvadas que, según la tradición popular, tienen un pacto con el diablo y poderes extraordinarios y que en los cuentos infantiles pueden volar montadas en una escoba, son unas de las grandes protagonistas de la noche de Halloween, pero a menudo los padres no aciertan a explicar a sus hijos lo relativo a estas hechiceras asociadas a varitas mágicas, sombreros cónicos, sortilegios, brebajes, gatos negros y lechuzas.

Entonces ¿cuál es la forma más adecuada de hablar a los hijos sobre brujas cuando tienen entre 6 a 10 años de edad?.

“Gracias a historias como la noche de Halloween, las novelas de Harry Potter o los filmes de Walt Disney, los niños viven este mundo de forma única y fascinante.

Se imaginan en una posición específica, y en su especial relación con los brujos buenos tienen sentimientos de bienestar, experimentan la sensación de ser especiales y de poder proteger a los demás ”, explica a Efe, Laura Aut, psicóloga infantojuvenil de ISEP Clínic (http://isepclinic.es/) .

Según Aut, “los niños se fijan en los personajes, escenarios y poderes, que les resultan atractivos y los incorporan a su mundo de fantasía, en el que pueden hacer lo que quieran y son participes de las historias.

Esto les ayuda a entender el mundo que les rodea”.

“Además de la función que cumple en su desarrollo natural y en su maduración, el uso de la fantasía tiene muchas ventajas para el niño al hacerle aumentar su creatividad y su capacidad de entretenerse y no aburrirse”, añade.

La especialista pone un ejemplo: ”así, jugando a Harry Potter crean sus propias ciudades, escuelas y normas, imaginan poderes mágicos que les ayudarán a resolver situaciones, crean de una caja de zapatos una escoba mágica y todo ello favorece el desarrollo de su inteligencia”.

De acuerdo a la psicóloga de ISEP, uno de los motivos por los que los niños pequeños suelen pasar miedo en la noche de Halloween es que aún no diferencian bien entre la realidad y la fantasía, combinándolas en una composición extraordinaria y, aunque habitualmente se dan cuenta cuando algo no es real, lo siguen viendo de manera muy realista.

"Por eso, antes de que llegue Halloween, el papel de los padres consiste en explicar a sus hijos en qué consiste esa fiesta, por ejemplo mediante algún cuento sobre la historia de esa noche de brujas o haciendo que los niños preparen calabazas con caras terroríficas y, en la medida de lo posible, ir elaborando su propio disfraz de fantasma”, señala Aut.

MODELO DE CONVERSACIÓN CON EL NIÑO

“Después hay que explicarles que, igual que ellos, los niños se han disfrazado de fantasmas y personajes populares y otras personas también se vestirán, porque quieren disfrazarse”, señala Aut, quien proporciona a Efe un sencillo ejemplo de cómo conviene dialogar con los niños sobre Halloween:.

Padres.- ¿Sabes qué fiesta es hoy?

Hij@s.- Mmm… Halloween.

P.- ¡¡Sí!! Qué bien, ¡hoy nos podemos disfrazar!, ¿tú quieres disfrazarte de fantasma como dijimos?.

H.- Sí, de un fantasma para pegar sustos.

P.- ¡Muy bien!, pues vamos a prepararlo todo entre los dos, ¿sabes que igual que nosotros habrá más gente disfrazada?.

H.- ¿De fantasmas también?.

P.- Cada uno elige su disfraz, algunos irán de fantasmas, otros de brujas…, y ¡también darán sustos igual que tú!, pero no tienes que tener miedo porque son personas igual que nosotras que están disfrazadas, ¿vale?.

H.- ¡Pero si me asustan yo les asusto y ya está!

P.- ¡Claro!, ¡Nos lo vamos a pasar muy bien!

Según Aut, “los padres deben tener presente que un miedo siempre es verdad y real para el niño que lo tiene, por lo que otra forma de acompañar a los hijos en estos días sin que se atemoricen y procurando que se sientan entendidos, es explicarles que se encontrarán con adornos y disfraces, por ejemplo de este modo:.

Padres.- "Esas son máscaras y disfraces de Halloween. A algunos niños les gustan pero a otros no mucho. Si tú no quieres, no tienes por qué mirarlas, pero no te van a hacer daño.

Son de mentirijilla".

“Así reconocemos los sentimientos de los niños y, a la vez, le hacemos ver que no tienen nada de qué asustarse”, prosigue.

Por otra parte, "lo mismo que no existe una fórmula concreta para contarles la verdad sobre Santa Claus o los Reyes Magos, tampoco la hay para otros seres imaginarios como las brujas y el modo en que esto se transmita va a depender del estilo y las creencias culturales y religiosas de cada familia en particular”, señala esta psicóloga.

“Alrededor de sus 7 u 8 años los niños empiezan a desarrollar un tipo de pensamiento más abstracto y están más preparados para entender la verdad”, prosigue.

Según Aut, “los pequeños irán de forma natural dándose cuenta de que estos personajes con poderes mágicos existen únicamente en los cuentos y películas”.

"También irán descubriendo que estos poderes se pueden comparar con las capacidades y habilidades que tienen las personas reales, aquellas que pueden ser rápidas si entrenan, aprobar el curso entero si estudian, recoger una habitación muy rápido si se organizan”, añade.

“Cuando los niños temen a estos personajes les podemos ayudar a afrontarlos, jugando con linternas en la oscuridad, buscando monstruos y contándoles cuentos infantiles.

Así haremos que afronten estos miedos y vean por ellos mismos la realidad”, enfatiza esta psicóloga.

“Hay que animar a los niños para que superen el miedo, elogiándoles por ello (¡qué valiente!) y darles protección, pero también dejar que se aventuren en estas edades de intensa curiosidad y exploración”, destaca Aut.

CLAVES PARA DISFRUTAR HALLOWEEN

“Halloween es una fiesta muy divertida para los niños, porque en general consiste en disfrazarse y comer chucherías”, señala a Efe Laura Aut, quien aporta a los padres unos sencillos consejos psicológicos para que los niños puedan disfrutar de esta festividad, personificándose como brujas u observándolas en las calles, fiestas y escaparates con ilusión, pero sin temor:.

1.- Prepare con antelación un disfraz que le guste al niño, procurando que el pequeño ayude en su preparación.

2.- Nunca obligue al niño a disfrazarse.

3.- Intente que el disfraz sea cómodo y procure, si el niño es reticente, evitar las caretas.

4.- Invite a los niños a que propongan adornos y elabórenlos después en familia.

5.- Organice una fiesta para Halloween en la que los niños puedan disfrutar también con música y cuentos.

6.- Procure que sus hijos se reúnan con sus amigos.

7.- El salir o no salir a la calle depende de cómo se celebre Halloween en el lugar donde se vive. Hay pueblos en los que se hace una gran fiesta en la calle y otros en los que no hay ningún cambio.

En el caso de que haya celebración hay que hablarlo con los hijos: ¿ellos quieren ir o no?, ¿se lo van a pasar bien?, ¿usted les ha preparado para asistir a la fiesta?.

8.- Recuerde que lo importante es pasar un buen rato en familia, compartir tiempo juntos creando los adornos entre todos, y disfrutar en cada momento de lo que se hace, más que tener una fiesta con los disfraces más caros o la casa mejor adornada.

Por María Jesús Ribas.

EFE/REPORTAJES

 

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