Héctor Miguel Chávez

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Hércules en boca de todos::: Muchos señalamientos::: Muchos involucrados:: No hay información oficial::: Se ignora el avance de las investigaciones::: La imagen de Matamoros y Tamaulipas afectada::: Peña Nieto advierte que no habrá impunidad::
viernes, 31 de octubre de 2014
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: Los maestros de Guerrero incendian y destruyen palacios municipales, palacio de Gobierno y la casa del gobernador::: Ausencia total de autoridad::: ¿Quién se beneficia con todo esto?

H. MATAMOROS, Tam.- El tema del día es el famoso Grupo Hércules, que la alcaldesa Leticia Salazar dijo que lo había creado para combatir el delito y cuidar a la gente de Matamoros.

Sólo que su fama es ahora a nivel nacional porque lo involucran en el secuestro de cuatro jóvenes norteamericanos ocurrido hace unos días.
Los medios de comunicación nacionales le han puesto muy especial atención a este asunto y tratan de darle algún parecido a lo que ocurre en otros municipios como en Iguala.
Ha habido entrevistas especialmente incisivas de la televisión tratando de dar a conocer la versión que se tiene aquí.
Y en medio del escándalo ha habido señalamientos y rumores de toda clase, pero todavía no hay una autoridad local que ponga los puntos sobre las íes.

Y en virtud de la falta de información oficial el rumor sigue creciendo como bola de nieve. No hay autoridad que afirme categóricamente qué pasó.
La madre de las víctimas da su versión personal y es lo único con que se cuenta, no ha habido quién la contradiga ni la confirme.
Los cuatro jóvenes están desaparecidos desde el día 13 de octubre y se dice que ya los encontraron pero tampoco hay información oficial, todo esto influye negativamente en la imagen de Matamoros y Tamaulipas, especialmente en el momento en que el estado de Guerrero tiene problemas de violencia, derivada del secuestro y desaparición de 43 estudiantes.
GUERRERO EN LLAMAS
El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto se reunió con las familiares de los 43 normalistas desaparecidos, y después dio un mensaje en el que puntualizó que no habrá un resquicio de impunidad para nadie.

Quién sabe si eso se pueda tomar como un anuncio por lo que está pasando en Guerrero.
Las imágenes de la televisión han dado cuenta puntual de la impunidad con que actúan los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la famosa CNTE.
Tienen tomadas 19 presidencias municipales del estado, incendiaron el Palacio Municipal de Iguala, incendiaron el Palacio de Gobierno, destruyeron las oficinas del PRD e incendiaron el portón de entrada de la puerta de la casa de gobierno.
Pretextos tienen muchos: que se solidarizan con las familias de los 43 desaparecidos, o que están inconformes con la designación del nuevo gobernador interino.
Esas violentas manifestaciones de solidaridad o de inconformidad las realizan a placer ante la ausencia de cualquier autoridad, municipal, estatal o federal.

Saquean, destruyen y delinquen a su antojo, saben que no pasa nada. Y si llega a pasar algo, como por ejemplo, que los detengan, para eso está la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y la agrupación Human Rights Watch de los Estados Unidos, listos para lanzarse a la yugular de México en defensa “de los ciudadanos inconformes”.
Y con la larga lista que ya hay de violaciones, como el caso de los ejecutados en Tlatlaya y la desaparición de los normalistas, el gobierno tiene un nivel muy bajo de credibilidad.
El dilema es ¿qué hacer?
Como estos vándalos no aceptan ningún diálogo ¿qué es lo que queda?, ¿darles becas para que se vayan al extranjero?, ¿convertirlos en presidentes municipales o diputados?, ¿darles concesiones?, ¿incorporarlos a la nómina?, si es que no están ya, ¿compartir el presupuesto estatal con ellos?, o simple y llanamente aplicar la ley.
Otro problema es cómo enfrentarlos, ¿mandar a los policías desarmados con órdenes de aguantar las golpizas que les den?, ¿mandarlos armados y correr el riesgo de que hagan un disparo o de que entre los manifestantes alguien lo haga para crear una víctima?, ¿o esperar a que se acaben el estado?
¿Quién sale ganando con todo este desorden?

 

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