¿Clásico disparejo?

Los números indican que será un Clásico de Clásicos disparejo. América es líder del Apertura 2014 y Guadalajara penúltimo.

Hay 18 puntos de diferencia entre uno y otro equipo. Uno ya está clasificado a la Liguilla y otro piensa en no descender.
Además, América es líder de la Tabla de Cocientes y Guadalajara antepenúltimo.

Hay 71 puntos de diferencia en la tabla de la regularidad. ¡¡¡71 puntos!!! Son tres años de competitividad para unos y tres años paupérrimos para otros.
Así que tendremos que usar los clichés que dicen que los números no importan, que un clásico es un clásico y que no vale la situación en la tabla porque son once contra once.

Por eso no deben confiarse las Águilas. Y a eso deben aferrarse las Chivas.
Es cierto, los capitalinos vuelan y los tapatíos sufren. Pero también es cierto que América viene de una dolorosa derrota ante Querétaro, donde tuvo ventaja numérica, y que Guadalajara viene con algún envión anímico a favor, pues su último resultado fue empate en tiempo de compensación ante Tijuana.
En esta ocasión la afición de las Águilas espera más el juego.

Las razones son obvias. Pero el orgullo de los seguidores tapatíos regresará durante las dos horas que dure el partido. Regresará solo por eso, por orgullo.
Después de todo son los clubes más históricos de México, los que tienen más títulos, los que tienen más seguidores, los que han jugado todos los torneos de Primera División, los que nunca han jugado en una división inferior, los que tienen más victorias en Liga, los que tienen más goles en Liga, los que dominan las estadísticas del futbol mexicano.
El americanismo estará contento pues regresa Miguel Layún.

Y con el Rebaño la vuelta de Ángel Reyna es inminente. Sobra decir que América ha funcionado como equipo. Y que Guadalajara ha mejorado solo un poco desde la llegada de José Manuel de la Torre.
Así que se enfrentarán un regular y competitivo América y el peor Guadalajara de su historia.

90 minutos de Clásico de Clásicos en el Estadio Azteca. 90 minutos de oportunidad para que las Águilas hundan deportivamente a su acérrimo rival.

90 minutos para que las Chivas renazcan anímicamente a costa del líder.
Será un Clásico de Clásicos distinto por la distancia entre ambos clubes.

Pero a final de cuentas es un clásico y cualquier cosa puede pasar.
(Agencias)