REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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PENITENCIA Y CONVERSIÓN

lunes, 22 de diciembre de 2014
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…”Este es de quien el profeta Isaías dijo: Voz de uno que clama en el desierto; preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas”… (Mt 3,3)
Inspirado el profeta Isaías por el Espíritu Santo, da sentencia para quienes por su conducta rehuyen la salvación del alma y se apartan de ella, a reconsiderar que el tiempo de la vida terrena, es llevar el orden espiritual de su vida, cuando dice;…”El robusto se convertirá en estopa, y su obra en chispa”…Quienes escuchan la palabra de Dios que brota de los labios de los profetas como una ficción, o como una palabra cuyo sentido es uno el que se nos dice, para llevarnos a otro, y en la mente se haga una comparación irreal, son ideas que contraponen la incredulidad a la fe del hombre, para hacerle dudar, y así desvirtuar su amor a Dios, con ideas diferentes que hacen perder la fe y la amistad con Dios su Creador, negándose el destino eterno al que las almas están predestinadas por Dios, quien así piensa, debe por bien suyo recapacitar de su error, detener el soberbio furor de su dialéctica, y razonar el sentido misericordioso que nos da la profecía, obrando en consecuencia al deseo del Señor, de otra forma la existencia eterna estará sin salida.

Entendemos por robustos, aquellos hombres que la bastedad ya no es un bien, sino un castigo por el poder económico que con facilidad crece y utilizan todo su tiempo en conservarlo, siendo igual en el político que somete bienes y personas, quienes han conformado macroempresas o negocios pequeños de éxito, son logros que engrandecen y envanecen al ser humano, como si fuera obra propia, sin considerar que es Dios quien se lo permite, pero llegará al momento en que verán la realidad de su actuación en el mundo, lo que para ellos era grande, es nada, reconocerán que su vida ha sido breve y la realidad de la obra material en que se empeñaron, una nada, por eso, si en vida no se arrepintieron de lo que hicieron y no debieron hacer en bien de su alma cuando lo intentaron, se les hizo risible cumplir la penitencia, y mas cuando el Sacerdote les recomendó la conversión de su vida de pecado, por la verdadera fe, esperanza y caridad, persistieron en continuar, agravaron su alma, porque fue mas fuerte el deseo, que no escucharon su corazón, y se mantuvieron en el camino de sus éxitos, pecando una y otra vez, así toda esa lucha por conservar sus bienes en cada hora de su existencia, serán como la esfera de jabón, que la fuerza del viento se desbarata.

El profeta Isaías está diciendo; la cerrazón es la chispa que encenderá hasta convertir en ceniza los bienes ganados en este mundo, y no habrá quien venga apagar el fuego de su ignominia, porque fueron para el mundo y no hechos por amor a Dios, cuya consecuencia es perder la salvación eterna.

Bueno es recapacitar como preparación a la Navidad, siendo punto de reflexión, la obediencia del Niño Jesús, la fe de María y la abnegación de San José razón y causa del nacimiento del Redentor, es el tiempo para que el pecador recapacite su camino de daño, ruina, ofensa, menosprecio, rechazo y soberbia a los bienes dispuestos por Dios para bien de las almas.

Se pudiera pensar ¡Que exageración es la suya! No hay ninguna exageración, ni motivo a escándalo, quien así lo diga, conoce muy bien su propia actitud, critica porque se ve en ella y justifica lo que diariamente realiza y hace, eso mismo lo aprecia en quienes le rodean, en este mundo que comunica al instante sucesos que en nada justifican la conducta humana, son realidades palpables los males que se hacen de palabra, obra y pensamiento, por ejemplo; ante la inocencia y confianza del prójimo, al aceptar convenios en un accidente, la malicia del causante obra con dolo, y gana la controversia, en ello se confirma lo innegable: cada uno es el actor que forja su propio destino.

¿Qué la situación es dramática? ¡Lo es! Tan solo pensar en los actos se cometen contra los mandamientos de Dios en unas horas, de los que se dice: son insignificantes, hasta se legisla diciendo “no valen la pena”, demostrando con evasivas lo injustificable, les llaman “pecadillos” para minimizar los graves con que el ser humano ofende al prójimo para satisfacer su “ego”, vanidad, gula, presunción; se les dice también “pecadillos” a los actos por los que se engaña, roba, insulta, burla o golpea, si la persona ofendida se queda callada, por caridad se resiste defenderse, pero el ofensor no toma de esa actitud la lección de humildad que Jesús ha enseñado, pues el ofensor como el demonio quieren que se defienda, que no soporte las insolencias, quieren el choque de pasiones, “pecadillos” que exacerban y levantan ámpula de ira, coraje y desquite, siendo esos “pecadillos” causa de ofensa a Dios; por ello, pecado chico o grande, es pecado que cobra la justicia del Señor.
Ante cuadro desolador, el ser humano vive en un mundo donde el placer es el punto clave de cada día, donde hacer penitencia no se entiende la razón ni su significado, si alguna idea hay, se imaginan que van a morir, a pesar de que la conciencia toca la dureza del corazón.

La verdad de los hechos, esta en que toda alma por bien suyo puede acercarse a Dios en alma y cuerpo, convertir sus pasiones, violencia, delirio de grandeza, prepotencia, perversidades, glotonerías y furia contra el prójimo, entender que se obra contra si mismo, el negarse la dulzura y ternura que encontrara su alma en Jesús, y será por el Sacerdote, Ministro del Señor, quien escuchará y absolverá esos pecados, y cuando el pecador se dispone cumplir la penitencia, que aceptada de corazón reconoce los pecados por Dios perdonados, la conversión al Señor se dará por añadidura, y podrá apreciar, que cuando alejado perdió la gracia, vivió el vacío del alma que lo sumió en una encrucijada sin salida, iba en caída libre, sin poder hacer el esfuerzo de reaccionar, a pesar de que su corazón en intimidad lo pedía, era Dios quien lo hacia pensar; la conciencia que lo fustigó, era Dios quien lo hacía, para llegar a lo que hoy el alma ve con claridad, y se aflige haber vivido esa vorágine de tensión mortal que no dan tregua a pensar, pedir y rogar.

La respuesta está en el arrepentimiento sincero, por lo tanto requiere cambio de vida al instante, no importa caiga quien caiga, enójese quien se enoje, duélase quien se duela, reclame quien reclame, molestarse quien se moleste, diga lo que se diga, lo importante es que esos prejuicios que se empeñan para que el pecador no abandone su estado de pecado, sean desechados con la ayuda del Señor, el demonio obra para afianzar su grillete, la respuesta esta en el pecador que habrá de sostenerse en su decisión y Dios proveerá los medios, que le llevarán a decir:…¡Sí! ¡Primero yo, después yo y al último yo! La salvación de mi alma viene de Dios, que me da la solución, pero sino pongo empeño en ello, nadie lo hará por mí…Mas para convertir en obra el verdadero arrepentimiento, dirá el pecador;…Primero es la disposición de mi alma que ha visto así misma el mal que me cause, no esperar en hacerlo para mas adelante, mañana, o después, que quizás ya no vendrá… La decisión inmediata es agradar al Señor; ¿Será mucho el recorrido del pecador para llegar a la reconciliación? ¡No lo es! Su actitud se asemejará al soldado, cuando le ordenan: ¡Firmes! ¡Ya! En el acto y sin esperar a mas toma la posición, esto es lo que Dios quiere del alma, al pensar actué, el profeta Isaías alienta;…”Y sobre todos aquellos que cumplen estas cosas y perseveran hasta el fin, se posará el Espíritu del Señor”…
¡Cuánto bien espiritual será para el pecador recibir el bien profetizado! Pues la costumbre de Dios, es dar mas sin que se le pida, el mismo Isaías dice;…”Y hará en ellas (almas) habitación y morada”…Bendición plena del Señor.

La Penitencia y Conversión, es el punto central de Juan el Bautista en su predicación del río Jordán: ¡Permanecer en Dios! Y es el evangelista San Marcos, quien da el punto de partida a la vida pública de Jesús al decir;…”Principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios”…Habiendo nacido Juan el Bautista antes de Cristo Nuestro Señor, fue para que estuviera en tiempo predicando el anuncio de la venida al mundo del Salvador esperado, siendo Juan el Bautista el indicado por Dios para iniciar su misión de heraldo de Cristo.

Da principio su obra cumpliendo la dignidad de precursor, el que va adelante anunciando a Israel la venida del Mesías Salvador. ¿De dónde vienen los profetas anunciar la venida del Hijo de Dios? El profeta, es el intermediario que Dios ha escogido entre los hombres por su fe, santidad, limpieza y disposición de alma, inspirado por el Espíritu Santo, revela al pueblo de Dios su voluntad divina a los hombres, lo define San Agustín;…”Profeta es quien anuncia la palabra de Dios a los hombres”…Correspondiendo a Juan el Bautista ser el último y más grande profeta del Antiguo Testamento, siendo él el punto donde termina e inicia el Nuevo Testamento.

El Señor siendo creador del Universo y lo que en el existe, en el momento que así lo desee, el ser humano, todo ser viviente y la naturaleza servirán de instrumento suyo para ordenar y realizar sus obras.


Para fijar el tiempo de la misión de Juan Bautista y ubicarnos en el contexto de la venida de Jesús Niño al mundo, el evangelista nos muestra, lo que hoy se conoce como Geopolítica, esto es, la organización política, en este caso la del Imperio Romano, con sus estados regionales, donde se derivan los sucesos políticos.

Para sustentar la veracidad del momento de la venida al mundo del Hijo de Dios Jesús, se debe tener presente, el poder que Roma ejercía sobre el mundo, que era mas que macro, gigantesco; Europa, parte de Asía, de África y el Medio Oriente, de tal forma, que Israel venia a ser una pequeña parte de tan extenso Imperio.

El evangelista da a conocer la situación de la región donde se dio el nacimiento del Salvador, diciendo;…” El año décimo quinto del reinado de Tiberio César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, Filipo su hermano tetrarca de Iturea y de la Traconitida, y Lisanias tetrarca de Abilene”…Tiberio Claudio Nerón fue hijo adoptivo del emperador Augusto, atraído por el al imperio antes de morir, hecho que sucede a los tres años, sucediéndole Tiberio, ya no fue gobierno de dos, sino de uno.
En la Judea, fue depuesto Arquélao por el emperador Augusto, en el año sexto después de nacer Jesús.

El título de Tetrarca, significa que gobierna una cuarta parte del reino, división que obedece a que Roma redujo la provincia de Judea al Hijo de Herodes el Grande.

En los cargos de las provincias romanas de Israel, se ve en el poder a Herodes y Filipo su hermano, Lisanias no era familiar de Herodes, su región de gobierno era entre Líbano y Hermón, al noroeste de Damasco, que los rabinos consideraban territorio de Israel; esta era la situación política.

La religiosa era como son las cosas de los hombres, expone el evangelista;…” bajo el pontificado de Anás y Caifás, la palabra de Dios vino sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto”…De acuerdo a lo instituido por Dios, debería existir en Israel un solo pontífice, pero la ambición humana, hizo que hubiera dos pontífices del Templo, uno era el suegro y otro el yerno.

Anás y Caifás, el primero depuesto por Valerio Graco, sucediéndolo José su yerno llamado Caifás, reconocido como el Sumo Pontífice.

Es de tener presente que estos siete personajes, cumplieron sus respectivas funciones durante la vida de Jesús, termina su gestión después de la muerte del Salvador.


Viviendo Israel la relajación moral, política y religiosa, recibe al mayor de los profetas; Juan, conocido como el Bautista, quien pasó su juventud en el desierto, y por revelación del Señor;…”Vino la palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto”…Juan el Bautista se desarrolla desde joven en el desierto, recibe la revelación de Dios que atraerá el desierto de las almas vacías e incrédulas, predica la esperanza de salvación que obtendrán por el arrepentimiento y la penitencia.

En el desierto empezó el pueblo de Dios ha entrar en el camino del verdadero Dios. …”Recorrió (Juan) toda la región del Jordán, predicando el bautismo de arrepentimiento para la remisión de los pecados”…Despertando el furor en las muchedumbres, que vinieron de todo Israel a ser bautizados.

Para evitar confusiones, veamos, el bautismo de Juan lo realiza por inmersión en las aguas del rio Jordán, es un rito nuevo y propio que no perdona los pecados, su predicación esta encaminada a que por convencimiento, se obtenga la reforma interior del alma y el corazón, esto quiere decir: estar preparado espiritualmente a la venida del Mesías esperado de siglos.

El Bautismo de Jesús instituido por nuestra Santa Madre Iglesia si perdona los pecados. Comprendamos: el bautismo de Juan, era un símbolo exterior, resultado de su predicación, que tenía lo necesario para el cambio de vida, enseñando la penitencia, porque Dios no desprecia los corazones contritos y humillados son gozo en el Señor.

Así prepara Juan las almas a recibir el bautismo de Jesús, obteniendo la gracia del Salvador y el perdón de los pecados.
…” Como está escrito en el libro de los vaticinios del profeta Isaías: Voz de uno que clama en el desierto; Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas”…Ya en camino, Juan habla al pueblo del deseo de Dios en forma sencilla para ser comprendido.

Da a conocer dos condiciones primordiales para recibir la palabra de Dios, no sólo a los hombres de la época, sino a los de todos los siglos, y más en el que estamos: hablar de Dios y de las cosas de Dios.

El hombre creado por Dios, en su interior guarda una señal por muy pagano o incrédulo, reconoce tener deseo de Dios, en sus adentros bulle la realidad de ser hijo de Él, y cuando su alma esta en paz, se embelesa escuchar hablar del Señor.

El tiempo de Navidad es prepararse cada hijo de Dios, como lo hicieron las muchedumbres que seguían a Juan para ser bautizados, nosotros en este tiempo, no vamos a buscar el bautizo, sino por la confesión obtener el perdón de tantos pecados que antes de confesarlos agobiaron el alma, y por la penitencia recibir como pide Juan el Bautista al Rey de Reyes y;…” Todo valle ha de rellenarse, y toda montaña y colina ha de rebajarse; los caminos tortuosos han de hacerse rectos, y los escabrosos llanos.

Y toda carne verá la salvación de Dios”…
hefelira@yahoo.com

 

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