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En ese periodo 844 personas tuvieron que recibir atención por parte del personal del INM, luego de haber sido víctimas de actos de privación de la libertad, mejor conocidos como secuestros, y que ocurrieron por horas o por días en territorio nacional.
Los reportes de la dependencia señalan a ciudadanos de nueve nacionalidades como el blanco de ese delito registrado a su paso por entidades como Chiapas, Coahuila, Tabasco, Guanajuato, Distrito Federal, San Luis Potosí, Sonora, Coahuila, Nuevo León, Querétaro, Aguascalientes, Hidalgo, Veracruz, Michoacán y Tamaulipas.
De acuerdo con la información obtenida por EL UNIVERSAL, Tamaulipas es donde se han cometido 86% de los plagios en el periodo referido, al reportar 721 apoyos a extranjeros, luego de ser víctimas de ese ilícito.
Un reporte adicional de la embajada y los consulados de Estados Unidos refiere que de enero a noviembre de 2014 se presentaron más de 130 secuestros de estadounidenses en distintos puntos de México.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos registró en 2013, en un informe, que no existen cifras exactas de este tipo de delitos en contra de extranjeros que se disponen a cruzar el territorio nacional, pero estima que en un año se presentó el secuestro de 11 mil indocumentados en el país.
Consultadas al respecto, autoridades del gobierno federal consideraron que los casos registrados se deben contar como actos de “privación de la libertad con fines de extorsión”.
Eduardo es originario de Jutiapa, Guatemala, y él es uno de los cientos de los casos contabilizados por el INM como víctima de grupos del crimen organizado a su paso por México y que utilizó el tren llamado La Bestia para internarse por el país rumbo a EU.
A dos años de recordar su paso por Medias Aguas, Veracruz, Eduardo dice que se acercó al grupo Beta para pedir ayuda, luego de haber sido secuestrado, por lo que fue canalizado a un albergue del Ejército de Salvación.