REFLEXIÓN DOMINICAL

Antonio Fernández

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Jesús llama, perdona y salva

…”Por que muchos son los llamados, ms pocos escogidos“… (Mt. 22, 14)
domingo, 4 de octubre de 2015
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La palabra de Cristo Nuestro Señor, que por obra y gracia de Dios su Padre, dio a conocer al mundo la verdad eterna venida del cielo, es en pocos refugio y amparo, en los muchos aguijón, siendo evidente en el corazón que abriga el bien de conocer, alabar y glorificar al Señor, hará realidad la espiritualidad y nobleza que anhela en su entendimiento la enseñanza del Señor, cumplir su mandamiento amando y sirviendo a Dios y al prójimo, y cuando el alma percibe el bien, nada lo detiene, porque no quiere perder el camino logrado, esta aspiración refleja en el fiel cristiano las virtudes de fe, esperanza y caridad, que constituirá en baluartes de salvación del pecador, que con humildad, ajustará su vida en el empeño de ser participe del festín prometido por Jesús.

Al llamar el Señor a las almas, enciende en ellas la espiritualidad que no existía, semejante a una brújula, orienta a la vida de la gracia que se ha perdido, por lo que la consecuencia es obrar en cumplimiento al deseo del Señor, que llama, perdona y salva, es vivir el bien a conservar.

El mundo materialista ha moldeado a la humanidad a una forma de vida en constante rapidez, preocupada por el llegar, hacer, decir y obtener no la salvación de su alma, sino por tener, afianzar y sostenerse en las cosas terrenales, apartando de su ser y obrar el valor de la vida eterna, al que considera “eso de la salvación del alma será para después” y queda en el final de su lista de asuntos, sin darle la primacía que le corresponde: ¡Ser primero en importancia por su magnitud, relevancia y trascendencia! Pero lo inconcebible es que no hay razón para despreciar la vida eterna, y se exalte la vida terrena que se puede perder en cualquier momento, de ser la muerte sorpresiva, se habrá perdido esa alma para siempre, porque no tuvo tiempo de arrepentirse.

sí falleció un buen amigo, comento su esposa;…“a tenido una muerte muy bonita, nada sufrió”… ¡Señora! ¡No tuvo tiempo de arrepentirse! Necesita oraciones, misas, rosarios, la esposa se molesto, porque considero inútil toda obra para la salvación de su esposo.

El hombre y las cosas del mundo prefieren perder su existencia en artilugios y recovecos escondidos que afrontan a una vida de estrés, sobresaltos, tensión, ansiedad y angustias por obtener lo que al pasar los años se recapacita, fue tiempo perdido que ha quedado atrás, ahora ve su realidad interior que la conciencia señala:… Tu tiempo corrió y no se detuvo, invertiste en proyectos de riqueza movido por la avaricia y la codicia, y hoy ¿Dónde están?... Para justificar lo injustificable el hombre sin escrúpulos dice: mi fortuna la logre por medios tranquilos, ¡Miente! El remordimiento no da paz, y le dice que fue entre la maña, maldad, intriga y toda vileza de males mortales, haya sido sea grande, pequeña o nada de fortuna, el error esta en la intención y el hecho negativo de la maldad con que obro.

Continua la reflexión de los actos del hombre, aprecia que ese tiempo lo ha perdido y jamás lo va a recuperar, no volverá, en el atardecer de la vida, unos pocos recapacitan, y se arrepienten, entendiendo que la vida es dada por Dios, pero en otros pertinaz y obstinado la conciencia demanda;…Jesús desde la Cruz del Calvario nunca dejo de llamarte, lo ha hecho infinidad de veces, pero tú, sumergido en las cosas del mundo lo rechazaste e ignoraste su llamado, fue tu ansiedad de poder, de pecar, de ofender y engañar que permitiste te cegarán: La misericordia de Dios, no es la que nunca concediste a tus subordinados, Él te lo demuestra pues te ha concedido tiempo de oportunidad, para acércate a Él por la oración y el sincero arrepentimiento.

Veo en ti aflicción y congoja por lo que has vivido, y vives el pesar de haber hecho y dejado de hacer lo que debiste haber hecho y no hecho en las condiciones morales que bien sabes.

De continuar aprisionado a tus infidelidades, perderás a Dios...
Dice el Evangelista;…”Sembrando en tierra buena, éste es el hombre que oye la palabra (De Cristo) y la comprende; él que fructifica produce y ciento, ya sesenta, ya treinta”…Es el que por su moralidad, bondad, caridad y honradez se inspira en la palabra del Evangelio, porque ha sido seducido su corazón al corazón de Jesús.
¡Es difícil discernir al mundo de este siglo, que cada persona esta en la vista de Dios! No tener presente a Dios como el Padre amoroso que ha sido, es y lo será hasta la muerte; no tener presente que se duele al ver a muchas almas perderse y equiparar a Dios con un hombre al que estamos acostumbrados a tratar, y se toma posición vana de defensa, ¿De que? Es la tentación del demonio que lleva a condiciones ridículas de exhibir al incrédulo que no esta convencido de la divinidad de Jesús.

La relación humana vive en certidumbre y desconfianza, por la falta de amor y temor a Dios, lo que ha hecho de la maldad, un hábito y forma de vida contraria a lo que hemos venido al mundo.

La humanidad ha enterrado los valores del alma, de la moral, de las buenas costumbres, y de lo mas valioso que Cristo nos ha enseñado;…”Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de todo tu entendimiento, este es el mayor y primer mandamiento.

Y el segundo semejante: Amarás a tu prójimo, como á ti mismo”… ¿Cumplimos con uno y otro? El que calla otorga, es mejor, porque si habla agrava su alma.

Jesús siendo Dios, tiene los medios que entrega a quien ha conciliado su corazón al de Él. Vivimos tiempos graves, donde lo que antes era delito, hoy no lo es; lo que antes era increíble, hoy es maldad creíble; lo que antes era perversión, hoy es forma de vida; lo que antes era Sacramento Sagrado, hoy ya no lo es, peligrosa la actitud del hombre que se ha dejado empujar a una forma de vida pasiva, que menosprecia los valores morales y espirituales, pues sin ellos se perderán mas almas de las hasta ahora perdidas, el problema del cristiano es la falta de fe en Dios que se niega así mismo, por eso la humanidad con facilidad es llevada a ser participe de toda novedad, para estar a tono en la moda dice; ¿Qué antes era malo, ahora bueno? ¡Magnifico! Tengo más libertades.

Estamos como el alpinista, que para ascender a un farallón, cuando no hay forma de utilizar las manos, continua su ascenso dependiendo su vida de un arnés, conforme avanza su piolet lo clava con fuerza en la roca y en el se sostiene, un martillo con el que clava el arpón o empotrador, pasando por el la cuerda que lo va subiendo, mete en la roca las puntas de acero que lleva en su bota, así no cae al precipicio.

Pues así están los seres humanos, depende su existencia eterna de un arnés, que es ser cristiano bautizado; un piolet y un arpón, que es la frecuencia de Sacramentos; un martillo, que es la verdad eterna enseñada por Cristo Nuestro Señor en los Evangelios, pero cuando por la incredulidad y negligencia, hace que uno de ellos se pierda, se pierde la vida eterna.

Entendamos: ¡Dios no quiere que se pierda tu alma, la quiere para Él! Es suya, por ella ha derramando en su Pasión su preciosísima sangre, por eso, en el camino de la existencia humana, de una y mil formas llama, perdona y salva.

La contaminación no ambiental, sino de la incredulidad, de la carencia espiritual y moral que prolifera en el mundo, que bien se adapta a esa contaminación para que no se le diga obsoleto, fuera de época y sea rechazado de los demás, aun así, Jesús vuelve a llamar y la humanidad se tapa los oídos, vuelve a llamar, y la humanidad se molesta y grita, ¡eso que tu nos dices, ya no es así, ha cambiado, ahora somos libres! Mas conciencia se adelanta a responder;… ¿Quién te niega lo que dices de libertad? Siempre lo has tenido, Dios no te niega pecar, comer, pasear, divertirte, tampoco te molesta porque no cumples tu obligación como cristiano, ni por el incumplimiento de tus deberes de estado, ¿Entonces que reclamas? Medita, reflexiona, recapacita vives en el error del mundo.

¡Reclamas mal!... Jesús paciente y misericordioso, llamar una y otra vez a dar su perdón para que el alma se salve.
Los Profetas almas buenas y puras a las que el Espíritu Santo inspiro, cumplieron anunciando por diversas formas la venida del Mesías salvador del pecado, por lo tanto, su palabra es palabra de Dios; se dice, las profecías fueron para su tiempo, equivocación, la palabra de Dios, es y será adecuada a la conducta humana de todos los tiempos, por eso la palabra de Dios es siempre actual, de tal forma es ahondar en ella y fortalecer la espiritualidad del alma, por ello, escuchar al profeta David, cuando da a conocer para entender, guardar y ser una espuela que estimule a conocer que la realidad de su tiempo, es la realidad que hoy vivimos en el siglo XXI;…”Tu eres misericordioso con el misericordioso; con él varón recto, eres recto; con el sincero, sincero; con el doble te haces astuto”…Da a conocer el profeta la caridad de Cristo, que ha sido y continuara siendo en todos los siglos, abundancia en cada alma de bienes, gracias y dones, pero temblara el pérfido, cuando la soberbia que el demonio enquista e induce apartarse de la presencia del Señor.

Jesús perdona, lo que el hombre al prójimo no perdona; Jesús ama al hombre, mientras el hombre humilla a su prójimo; busca Jesús los medios de salvación y el hombre se empeña en pisotear la dignidad del prójimo, esto y mas es la benevolencia de Jesús; el hombre va contra su hermano, lo que en Dios es misericordia, lo que para el hombre es inquina, el Señor siempre esta dispuesto a perdonar al que ofende, dice San Pablo;…”Por que la muerte que Él (Jesús) murió, la murió al pecado una vez para siempre; mas la vida que Él vive, la vive para Dios”…Muerto el pecado, queda Jesús dueño de las almas, y con el derecho de llamar, perdona y salva al pecador;…”Dice Bover;…”Por esto al librarse con la muerte esta especie de sujeción al pecado puede decirse que murió al pecado.

Y como la muerte al pecado es definitiva y eterna, quiere San Pablo que el pecado, a su imitación, rompa con el pecado de una vez para siempre”…Cristo vivió y padeció como hombre para pagar por los pecados que no cometió, sino por los que ha y comete la humanidad a través de los siglos.

Jesús vivió y padeció la pena del pecado, para perdonar al pecador arrepentido de corazón, a su perdón ninguna alma esta excluida, todas son llamadas a ser perdonadas, quien se proponga será invitado a su festín, culminación de la vida en Cristo.


La enseñanza de Jesús en la parábola del Banquete nupcial, muestra que la nación favorecida por Dios fueron lo judíos, que no aceptaron la invitación al decir Jesús;…”Pocos son los elegidos”…Se refiere a que pocos son los que en su vida terrenal respondieron a su llamado; a su perdón se humillaron arrepentidos y ganaron la salvación para entrar a su reino prometido, pero los invitados responden los invitados dando muerte a su Hijo, Apóstoles y en tiempo antes a los profetas, por lo que castigo con la muerte y destrucción de Jerusalén cumpliéndose la profecía que Jesús dio a conocer a sus Apóstoles;…”No quedo piedra sobre piedra”…Ahora el lugar de la invitación se extiende a los demás pueblos, estos, para ingresar al banquete, deberán ser hallados por Dios sin pecado, profecía que se ha venido realizando en todo siglo y las almas del mundo;…” Responde Jesús de nuevo en parábolas, y dijo: El reino de los cielos es semejante a un rey que celebró las bodas de su hijo”…El Padre Eterno invita a tomar del rio sus delicias: las gracias, los sacramentos y los dones, siendo mas importante el don de su sacratísimo cuerpo y sangre, la palabra y voluntad del Señor.

Siendo condición para ganar la felicidad eterna, participar de ellas, en el camino a las bodas definitivas y eternas cuando llame las almas a las bodas definitivas.

…” Y envío a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas, mas ellos no quisieron venir. Entonces envío a otros siervos, a los cuales dijo: Decid a los convidados: tengo preparado mi banquete; mis toros y animales cebados han sido sacrificados ya, y todo está a punto; venid a las bodas”…A invitación solemne sed negaron, no quisieron asistir, menosprecian la promesa de Jesús, rechazando su Doctrina.

Nada hay nuevo a los siglos, es cada vez mayor la negación, cuantos que se dicen cristianos, razón por el que no asisten a la Santa Misa; otros van obligados, indiferentes, apáticos, ¡fue para ellos los manjares de la Iglesia!, esposa de Cristo, por eso viven no como cristianos.

Son los siervos los últimos profetas enviados por Dios, después hubo de sufrir al quitar la vida que injustamente a su Divino Hijo, al heredero de sus bienes, aún así los vuelve a llamar, negaron cuidarse de los bienes materiales y, desprecian a Jesús en el cuidado de los asuntos materiales.

El gran banquete preparado por el Señor, es suntuoso, la verdad divina, y Dios para atraernos a él, ha revelado para que sus comensales sean dignos de sus merecimiento.

A pesar de la promesa del Señor, los esperados se niegan asistir. María Santísima nos enseña por labios de su Divino Hijo Jesús;…”Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guarda”…Así pues quien desee imitar a María, el camino de su enseñanza esta dado.

Creer en la palabra que nos ha enseñado Cristo Nuestro Señor;…” Pero sin hacerle caso, se fueron en uno a su granja, el otro a sus negocios.

Y los restantes agarraron a los siervos, los ultrajaron y los mataron. El Rey se encolerizado, envió sus soldados, hizo perecer a aquellos homicidas, y quemó su ciudad”…Los siervos que el Señor nos refiere son los últimos profetas que Dios envió, el último San Juan Bautista, pero en ellos están los Apóstoles, hombres de santidad que reconocen la bondad del divino Maestro, han visto como privaron de su vida al Hijo amado que vino a llamarlos para asistir al banquete celestial, negaron dejar las cosas temporales por las espirituales, continua luchando por lo suyo, llama, perdona y salva, en este pensamiento en el corazón de Cristo ser de esos pocos cuando dijo;…” Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos”…
hefelira@yahoo.com













 

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