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La atención médica que reciben las mujeres necesita ser replanteada, pues se han normalizado conductas que minimizan y desestiman su integridad, y carecen de perspectiva de género.

Para María Argüello, ginecóloga, es vital que, antes de un diagnóstico, cada paciente reciba una valoración física y psicológica integral que visibilice sus necesidades y abanico de padecimientos; contrario a la tendencia de ofrecer atención subespecializada.

"Hay que considerar que la mujer no sólo se reduce a un área física, sino contemplar 'mente-cuerpo-espíritu', y entender su historia y los factores (propios o ajenos) que influyen en ella", advierte quien suma 15 años de experiencia en el ISSSTE.

La falta de una mirada humanista en el sector salud minimiza la complejidad de cada caso, lo que se traduce en violencias, abandono de tratamientos o su seguimiento.

"En los tamizajes, donde se busca la detección oportuna de cáncer cervicouterino o de mama, al sólo enfocarnos en el procedimiento, estamos perdiendo la única oportunidad de valorar el resto de la mujer y lo que pueda influir en ella", ejemplifica Argüello.

Paralelamente, es obligación de los médicos brindar información precisa y entendible de sus procedimientos. Así como acompañar ello de una perspectiva de género, detalla Argüello, quien percibe como negativa la visión jerárquica y de "poder" que se le suele atribuir a los doctores.

"La mujer se ve vulnerada desde el momento en el que le pedimos que se retire la ropa para revisarla, la sometemos a una posición incómoda y aunado a eso, no le estamos diciendo qué es lo que haremos y por qué", concluye.

Salud mental

Argüello alerta que, todavía, se estigmatiza a la mujer como "histérica" o "tóxica" cuando manifiesta comportamientos fuera de la norma social.

En muchas de las consultas, más que funcional-anatómico, el inconveniente es sintomático: hay que entender la raíz de los problemas.

Es necesario evitar la prescripción innecesaria de antidepresivos y, en su lugar, valorar otras patologías que podrían incidir en estados mentales afectados.

- El mito: no relacionar los estados emocionales con anomalías físicas.

- La solución: indagar y mantener una atención constante al estado psicológico en todas las etapas de la vida.

Cáncer cervicouterino

Este tumor maligno en el útero (matriz) se puede diagnosticar con Papanicolaou y prevenir mediante la vacuna contra el VPH; y, lamentablemente, puede volverse invasor.

Un error común es restringir el tamizaje basándose en la norma oficial, ya caduca: hacerlo a partir de los 21 años de edad, y no antes, pese a que la mujer mexicana suele iniciar su vida sexual mucho antes; así como no ejecutarlo cuando se retira la matriz, pues, en realidad, la infección puede estar activa y alojarse en mucosas, genitales y piel.

- El mito: el condón masculino no protege contra el VPH (sólo protege de otras ETS, como el VIH y Hepatitis).

- La solución: el tamizaje permite hacer diagnósticos oportunos.

Exploración en mamas

Un médico debe informar a la pacientes sobre el valor de la autoexploración y cómo realizarla, así como de otros problemas: secreciones, formas o demás cambios.

Es importante individualizar a cada mujer de acuerdo a su historia clínica, necesidades y factores de riesgo. La mastografía, señala Argüello, es el procedimiento que mayor información sobre posibles riesgos de salud puede dar; sin embargo, tiene límites.

Por eso, puede apoyarse de otros estudios, como un ultrasonido.

- El mito: que los estudios de imagen no deben realizarse antes de los 40 años.

- La solución: que un doctor determine la edad y el procedimiento ideal para cada caso.

Tiroides

Dicha glándula está involucrada con los ovarios y el páncreas, lo que puede ocasionar resistencia a la insulina y derivar en síntomas aparentemente ajenos al diagnóstico, como ansiedad, falta de sueño y descanso, depresión, y en general, vulnerabilidad, asienta Argüello.

Buscar razones por las que un malestar está sucediendo, mucho más allá de las aparentes, es primordial, pues la forma en la que se puede detectar una alteración tiroidea está basada en las hormonas que la estimulan y comandan, o que se producen ahí.

- El mito: se minimiza al hipotiroidismo subclínico, pues puede evolucionar a un problema mayor.

- La solución: realizar perfiles tiroideos y asistir con un endocrinólogo.

Nutrición y alimentación

Frente al estigma del peso que rige a la sociedad y mantiene una mirada gordofóbica, especialmente hacia la mujer, los comentarios que se realizan en una consulta médica pueden modificar su salud.

No deben hacerse diagnósticos basados en la corporalidad, aunque se puede sugerir una dieta sana, no basada sólo en el peso.

"Todas y cada una de las mujeres que han llegado a mi consulta, han sido violentadas de esta forma", lamenta la ginecóloga.

- El mito: una persona gorda no tiene una vida sana o amor propio.

- La solución: considerar la genética e historia familiar.

Tratamientos hormonales

Su uso excesivo e innecesario se ha convertido en una constante, por ejemplo, con pacientes a las que desde la pubertad se les receta de manera oral, ya sea como anticonceptivos, o en razón de ovarios poliquísticos.

Ello afecta la forma en la que la mujer se autopercibe, pues al haber estado medicada por periodos prolongados de tiempo, deja de conocerse de manera natural.

- El mito: no afecta la psique, en realidad, sus efectos no son sólo físicos.

- La solución: valorar el estado metabólico.

Focos rojos

Esto alerta de una práctica poco responsable:

- El doctor que no hace un diagnóstico completo, sino que sólo usa estudios aislados.

- Aquél que no explica las razones detrás de padecimientos o intervenciones físicas.

- Quien no detalla cómo realizarse una autoexploración o detección de anomalías.

- Los procedimientos invasivos innecesarios.