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Y aunque hoy en día hay muchos hombres que prefieren el uso de juguetes en la recámara, hay otros que sienten que es señal de malas habilidades en la habitación, cuando en realidad sólo provee de una herramienta más para el placer de ambos.
1. Anímalo: Si tu pareja cree que un dildo podría arruinar su desempeño en la cama, recuérdale que es tan sólo una forma divertida de salir de la rutina.
Por ejemplo, dile cuánto te excita la idea de usar tu vibrador, o cómo puede ayudarte a darle una mejor sesión de sexo oral.
2. Decide lo que quieres usar: Una vez que tu pareja haya dicho que sí, es hora de decidir qué tipo de juguete quieres. Te será mucho más fácil si piensas en qué tipo de placer quieres sacar de él.
Por ejemplo, si quieres estimulación de clítoris o punto G, busca un juguete para ese propósito.
3. Cómprenlo juntos: ¿Alguna vez han ido a una sex shop juntos? Tal vez sea hora de hacerlo. No sólo pueden pedir tips a la hora de comprar, sino que también tienen la oportunidad de conocer más variedad.
¿Y si iban por un dildo y terminan con unas bolas chicas?
4. Compren uno para ambos: Si los juguetes sexuales son territorio nuevo para ambos, empiecen con uno que les dé estimulación a ambos durante el coito.
Es mucho más divertido e menos intimidante cuando ambos pueden conocerlo. Yo personalmente recomiendo el anillo vibrador, pues no sólo estimula el clítoris, sino que él también puede sentir las vibraciones… sin importar la posición que utilicen.
5. No te rindas: Si tú y tu pareja no están disfrutando la experiencia con los juguetes, no te estreses. Cuando estás usando algo nuevo, no siempre saldrá como lo habías planeado.
El chiste es intentarlo las suficientes veces como para saber que no es lo suyo o, al contrario, que es exactamente lo que querían.