Silvia Ojanguren

Vida

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Una buena enchilada

El picante, además de dar sabor al caldo y a muchas comidas mexicanas, puede ser un arma para batallar contra el cáncer.
jueves, 23 de abril de 2015
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EL UNIVERSAL

El chile tiene muchas cualidades y una de ellas puede estar relacionada con el combate al cáncer, de eso habla el doctor Michael R. Freeman, director del Programa de Biología del Cáncer del Centro Médico Cedars-Sinai, quien señala:
La capsaicina es conocida por su poder de matar células cancerosas cultivadas en laboratorio, que “pueden ser inducidas para activar un programa de suicidio bioquímico por medio de procesos moleculares”.


Ciencia picante.
El médico explica que para lograr el efecto anticancerígeno deseado, según sus estudios, una persona de unos 90 kilos de peso debe ingerir unos 400 miligramos de capsaicina, tres veces a la semana.


Esto significa comer entre tres y ocho de los picantes chiles habaneros frescos.
Estos chiles son los que tienen un mayor contenido en capsaicina, estimándose el grado de picante, según la escala Scoville, en más de 300 mil unidades, es decir, son súper picantes y puede que el paladar no lo soporte.


Para comprender este concepto, otras variedades como los jalapeños (cuaresmeños), pueden tener entre 2 mil 500 y 8 mil unidades Scoville.


Receta saludable.
Al observar las maravillosas propiedades de los alimentos picantes que contienen capsaicina, tenemos que incorporar en nuestra alimentación la mayor cantidad de hortalizas que la contengan.

El experto médico comenta que dicha sustancia está en chiles y el jengibre.
Un asunto de importancia, que hay que tomar en cuenta, es que mientras más pique un chile o ají más concentración de capsaicina tiene.

“No olvidemos que lo ideal es que dichos alimentos los consumamos crudos, pues de esa manera se conservan todas sus propiedades”, dice.
A enchilada limpia.

Chiles o guindillas: son la fuente más potente y conocida de capsaicina y algunos tienen las puntuaciones más altas en la escala picante de Scoville, como los jalapeños o habaneros.


Tabasco: esta salsa comercial está hecha con los pimientos picantes de la variedad tabasco, del estado mexicano del mismo nombre, añadiendo vinagre y sal.

Unas gotas en tu comida y consigues una fiesta en tu lengua.
Comino: aunque es mucho menos picante que los anteriores, contiene capsaicina y puede dar un gran sabor a tus legumbres, además de ser el ingrediente principal del mojo canario, que es un tipo de salsa típica de las islas Canarias (España).


El consumo de capsaicina, presente en altas dosis en los pimientos jalapeños, el ají y otros tipos de pimientos muy picantes, es altamente recomendable, para iniciar un refuerzo de nuestro sistema en la prevención del cáncer, en general.


Como estas sustancias (los vaniloides), se encuentran en muchos alimentos, las previsiones farmacéuticas piensan que se podrá obtener algún fármaco de forma rápida y a bajo costo.


Actualmente, existen fórmulas que usan la capsaicina para los tratamientos tópicos de la tensión muscular y la psoriasis, lo que abre la posibilidad de usarla también, para el tratamiento del cáncer de piel.




EL UNIVERSAL

 

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