Silvia Ojanguren
Vida
EL UNIVERSAL
El surgimiento de áreas de piel enrojecida, resecas o con “granitos” que causan mucha comezón son señales de alerta que pueden estar relacionadas con el ataque de dermatitis atópica, que produce costras y excoriaciones, llega a causar inflamación y provoca una secreción líquida que hace parecer que la “piel llora”.
La dermatitis atópica es la enfermedad de la piel más frecuente en la infancia, afecta a ambos sexos y en cualquier edad, pero tiene un claro predominio en la etapa pediátrica, donde de 60 a 85% de los casos inician en el primer año de vida y hasta 95% antes de los cinco años.
La dermatitis atópica suele desaparecer en la mayoría de los casos al llegar a la adolescencia.
Tips para protegerse. Expertos en dermatología recomiendan:
1.- Al bañarse, usar aceite que controle los brotes.
Puedes utilizar el limpiador hidronutritivo pediátrico de Advaita Pharmaceuticals, es un excelente sustituto de jabón que limpia suavemente la piel delicada, sensible o atópica de los bebés, mientras la hidrata, la reconforta y la protege.
2.- Aplicar constantemente una crema emoliente, para mantener la piel hidratada y evitar la comezón.
3.- Usar cremas que recuperen y mantengan la función de barrera de la piel.
4.- Vestir ropa 100 % de algodón y evitar lo sintético.
5.- Para combatir la acción de los agentes irritantes, es recomendable aplicar Soyaloid apruri, ideal para el rápido alivio de la comezón, dolor, ardor e inflamación que ocasiona la dermatitis atópica.
6.- Si algún medicamento causa irritación o efectos secundarios, avisar al médico lo más pronto posible.
7.- En los casos de alergia alimentaria, se debe ser muy constante en las indicaciones de la dieta, para así evitar nuevos brotes.
8.- Evite la sudoración manteniendo a los pequeños con ropa fresca, principalmente en climas cálidos.
9.- Las cremas con medicamento, los tratamientos orales y aquellos que contienen cortisona, sólo deben ser indicados por un médico.
10.- Evite ante todo la automedicación.
* Zonas minadas
Las áreas en que aparece con frecuencia varían según la edad:
- Lactante (2 semanas a 2 años).
Ataca el rostro, principalmente las mejillas, aunque respeta el área de la nariz; puede extenderse al cuero cabelludo, detrás de los oídos, cuello, pecho, espalda, pliegues de los codos y rodillas.
- Escolar o infantil (3 a 14 años). Afecta pliegues de flexión (delante de los codos y detrás de las rodillas), cuello, muñecas, párpados, alrededor de la boca y genitales.
- Adulto (15 a 23 años). Similar a las afectaciones de la edad escolar; sin embargo, es frecuente la localización exclusiva en manos, pies o alrededor de los ojos y en el cuello.
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