Foto tomada de EL NORTE

Qué razón tenía Gary Lineker.

¡Qué importa si ocho estelares de la Mannschfat están de vacaciones!, ¡qué importa si se parte en dos para afrontar dos torneos! De todas formas se impuso en la Euro Sub 21 y hoy en la Copa Confederaciones.

Alemania es el campeón en Rusia 2017. Le pegó 1-0 al mejor Chile de la historia con gol de Lars Stindl. Mandó un mensaje intimidante a un año del Mundial en el que buscará refrendar su título.

Claro que el partido acabó con el portero Claudio Bravo mandando los centros cual mediocampista, con Gonzalo Jara y Gary Medel maltratando con todo su tonelaje a Emre Cam y hasta Joachim Löw interviniendo, con Alexis exigiendo al máximo en la compensación a Ter Stegen y quizá lamentándose la acción que en el primer tiempo estrelló en el pecho del portero, con Chile y nueve atacantes, pero el desenlace fue el mismo, con Alemania campeón.

Ya no es sólo que en el futbol siempre ganen los alemanes, como advirtió el inglés Lineker, sino cómo ganan. La Mannschaft no sólo impone su autoridad a través de la fuerza y el balón parado.

Su despliegue físico compite y su futbol más y se impone incluso con una Sub 23. Siete alemanes han debutado en partidos oficiales en este torneo; pareciera que llevan jugando toda la vida.

Joachim Löw, quien desde 2004 está en la estructura técnica y que ya suma 11 años al timón, se apuntó otro éxito sobre una Selección sudamericana como lo hizo al aplastar a Brasil y vencer a Argentina en el primer Mundial en el que una Selección europea se corona en América, en 2014.

Su 5-4-1 fue letal para los chilenos, que empezaron el partido en el Estadio San Peterbursgo exigiendo tanto a Marc-André ter Stegen que Alexis, Vidal, Vargas lo convirtieron en el hombre del partido.

Y su antagonista se llama Mauricio y se apellida Díaz.

El cinturón de Chile, el hombre que le da el equilibrio defensivo al equipo, tuvo un error de campeonato, tal cual, cuando al 20' perdió el balón en la salida, presionado por Stindl, sin advertir que Timo Werner le pasaba por la espalda y le robaría el esférico para luego asistir a Lars, quien también los vacunó en la Fase de Grupos.

La historia de Alemania ya es un cliché. Nunca perdonan.

Chile tuvo 12 llegadas en el primer tiempo y Alemania sólo tres, pero tan peligrosas que los fallos de Draxler y Werner hicieron que Löw se desgañitara.

El VAR no podía faltar en su primera Final de Selecciones mayores, bien cuando el árbitro no marcó un penal sobre Alexis, pero polémico cuando por un codazo sobre Werner sólo amonestó a Gonzalo Jara; eso sí, quizá el uruguayo Edinson Cavani estará contento con la implementación de la tecnología la próxima vez que se tope a Jara.

La juvenil Alemania supo sufrir. Hizo la tarea. Cumplió vista a la distancia por Neuer, Kroos, Özil y compañía. Dio otro golpe de autoridad, ¿le hacía falta? Y en un año a ver quién detiene a La Mannschaft otra vez en Rusia, tierra en la que hoy se coronó.