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¡A festejar!, pero sin excesos

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Comer y beber de más en estas celebraciones decembrinas puede repercutir negativamente en tu salud y bienestar.
lunes, 25 de diciembre de 2023
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Agencia/Reforma

Sobre la mesa hay pavo, pierna, tamales, pozole, menudo, churros, buñuelos, ponche, atole... ¿cómo resistirse a tanto?

En estas fiestas decembrinas es bastante común comer más de la cuenta y más allá de un incremento en el peso, los excesos pueden traer repercusiones a la salud que van desde malestares estomacales, hasta enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión.

Los efectos son más evidentes a principios de año, cuando los médicos reciben a pacientes con síntomas relacionados con estos hábitos de la temporada.

"En estas fechas navideñas, el consumo de alimentos más ricos en calorías, y más altos en grasa y azúcares, contribuyen primero a un aumento de peso y, como consecuencia, a problemas de salud, también", señala la nutrióloga Andrea Fraga.

"Hay personas que desde noviembre empiezan a tener un descontrol, mínimo son 20 días de tener excesos, entonces llega el inicio de año y ya traen (afectaciones)".

Quizá no pasa nada si en algunas ocasiones se come un poco más de lo usual u otra rebanada de postre, pero cuando estos "extras" se convierten en algo que se toma a diario o muy frecuente, el cuerpo podría resentirlo.

Entre lo más usual, que incluso se observa desde antes que finalice el año, son los problemas digestivos, acompañados por dolores de cabeza y falta de energía.

"Las primeras consecuencias son problemas en el tracto gastrointestinal", apunta Ricardo de León, médico internista en el Centro Médico Hidalgo.

"Desde una gastritis, que es la inflamación del estómago, y se pueden sentir náuseas o ardor en la boca del estómago, a veces puede llegar hasta el vómito.

Tras la gastritis está la colitis, (debido a) la dieta en exceso de grasas y carbohidratos, de irritantes y alcohol".

Es común que las personas cedan ante los excesos, bajo la creencia de que al comenzar al año se pondrán a dieta o se apuntarán al gimnasio.

Sin embargo, el problema va más allá de lograr o no perder los kilos ganados, pues cambios tan extremos en la alimentación, de abundancias a deficiencias, así como fluctuaciones bruscas en el peso, no son lo más ideal para el cuerpo.

DEBUT DIABÉTICO...

Los alimentos típicos de la época navideña suelen tener mayores niveles de grasa, azúcar y sodio.

Consumidos de forma equilibrada, no representan un problema, pero cuando se llega al exceso y es continuo, comienza a haber cambios en el organismo como elevación de presión arterial, glucosa y colesterol, que a su vez, desencadenarían enfermedades.

“Tengo pacientes que debutaron siendo diabéticos o hipertensos en la época decembrina”, apunta el médico internista De León.

“Una dieta hipercalórica, con abundantes carbohidratos, despierta a veces la diabetes”.

Quienes ya viven con alguna enfermedad están en mayor riesgo de empeorar su situación de salud, coinciden los especialistas, y aquellos que ya tienen factores de riesgo asociados con algún padecimiento, son más susceptibles a desarrollarlos.

Pero también pueden verse afectados quienes no tenían ninguna problemática.

“Una persona sana”, ejemplifica la nutrióloga Fraga, “por el consumo excesivo de azúcares puede empezar a desarrollar picos de glucosa muy altos, o problemas con la producción o resistencia a la insulina”.

Los excesos de la temporada casi siempre van acompañadas de otras conductas como disminución en el consumo de agua, sedentarismo y falta de sueño, que en combinación pueden incrementar los riesgos.

Además, suele haber un alza en la ingesta de bebidas alcohólicas, algo que podría repercutir en el hígado.

BUSCAR EL BALANCE

No se trata de alarmarse ni restringirse en las fiestas decembrinas. Se puede disfrutar, pero de manera balanceada.

“Así como una ensalada no te traerá todos los beneficios, una rebanada de pastel tampoco te va a provocar diabetes”, aclara la nutrióloga Fraga.

Una de las claves principales es cuidar la cantidad, así como la frecuencia de los alimentos que se ingieren.

Entre las recomendaciones a poner en práctica para prevenir afectaciones, es aprender a escuchar las señales de saciedad. También recordar que no porque se acostumbre comer en exceso, es obligatorio hacerlo.

“Que sepas cuando ya fue suficiente, que no necesitas servirte tres veces, no necesitas tomarte una botella de vino tú solo”, indica Fraga.

“Puedes disfrutar, a veces es muchísimo más placentero cuando no acabas hasta el tope”.

Y en el caso de haberse excedido en alguna comida o festejo, apuntan los expertos, buscar el equilibrio con las siguientes oportunidades, sin caer en restricciones.

Se recomienda incluir todo tipo de alimentos, destaca Fraga, y evitar consumir grandes cantidades de uno sólo, sobre todo si es ultraprocesado.

También se sugiere regular el consumo del alcohol, dormir suficiente, realizar actividades física y no olvidar beber agua.

“La falta de la ingesta de agua a veces nos hace comer más”, dice la nutrióloga, “pero es realmente porque nuestro cuerpo necesita líquido”.

Y en caso de presentar cualquier síntoma, acudir con un especialista lo más antes posible.

MANTENTE SALUDABLE

RECOMENDACIONES PARA MANTENER BUENA SALUD DURANTE LA ÉPOCA FESTIVA:

– Tomar suficiente agua

– Buscar mantener horarios de comida

– No saltar comidas

– En caso de excesos, buscar comer balanceado en la siguiente comida

– No dejar fuera los vegetales

 

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